Colorimetría… ¿Qué colores van conmigo?
Podemos dividir las cuatro estaciones dentro de dos grandes grupos: las frías y las cálidas. ¡Ya sé! Seguro automáticamente pusieron la primavera y el verano dentro de las cálidas, y al invierno y otoño dentro de las frías, pero, mis queridas amigas, cuando hablamos de colores y no de temperatura, ésta clasificación cambia un poco.
Pensemos en los colores de la primavera y del verano. Por más de que en ambas abundan los colores fuertes y precisos, vale destacar que en el verano existe mayor presencia de colores a los que llamamos ‘fríos’, como el blanco y los azules por ejemplo; mientras que en la primavera observamos más colores ‘cálidos’ como lo son el amarillo y la gama de los rojos por ejemplo. Lo mismo sucede con el otoño y el invierno. Si tratamos de imaginarnos un paisaje invernal al extremo, aunque no lo tengamos en nuestro país, podemos detectar al instante los colores fríos como el blanco de la nieve y los azules, grises y celestes que presenta esta estación. El otoño en cambio, sin dudas presenta una serie de colores cálidos indiscutibles; presenta toda gama de rojos, amarillos y anaranjados que podamos imaginarnos, y, por qué no, algún dorado u otros indicadores de calidez.
Ahora sí, ya con las estaciones definidas y clasificadas según su color, podemos comenzar a hablar de rostros. Con esta teoría del color estacional nos referiremos a los tonos de color únicos que se encuentran en cada una de las cuatro estaciones. Se utilizarán los nombres de las estaciones del año para describir los colores que posee cada persona en su apariencia física, y, básandose en esta información, descubrir los colores más favorecedores.
Dentro de la primavera, los colores son claros, brillantes y cálidos. En el verano, los colores cálidos de la primavera maduran y comienzan a enfriarse; los verdes se vuelven más azulados y toda la atmósfera se ve más azul ya que el sol es más directo. El otoño da un efecto oscuro, ya que el paisaje cambia de azul a dorado; éstos tonos cálidos son opacados o disminuídos por la naturaleza. Por último, el invierno, presenta contrastes muy fuertes de oscuridad y luz, por ejemplo el contraste entre los tonos puros que brillan en la nieve y la oscuridad de los árboles.
Bien, ahora nos queda determinar cuál es el tono de tu piel.
Las personas “invierno” presentan tonos subcutáneos azules o rosados, su base es muy clara de definir. La piel puede ser clara, amarillenta u oscura, pero nunca podemos tener una base más dorada por ejemplo como sucederá en otras estaciones. Son generalmente de pelo color negro y las personas de ascendencia asiática o africana caen dentro de ésta categoría.
Las personas de tono “verano” también poseen la misma base de piel que los de “invierno”, suelen ser blancos con algunos toques rosados y siempre son rubios de ojos claros, llegando casi o directamente a lo que son los albinos.
La gente que puede clasificarse como de “otoño” tiene tonos subcutáneos dorados. Muchas pelirrojas y morochas con ojos color miel pueden clasificarse en esta categoría.
Las personas “primavera” también poseen tonos subcutáneos dorados y generalmente tienen la piel color durazno o crema. Las personas dentro de ésta categoría suelen ser rubias o pelirrojas, tener pecas, mejillas rosadas, y ojos verdes o azules que pueden ser transparentes.
Si vamos a hablar de las características físicas de las cuatro estaciones aplicadas a las personas, podemos decir que en una persona con características “primavera” predominan los colores cálidos, su base es el color amarillo, se broncea en tonos dorados, sus ojos se presentan en colores claros, transparentes y cálidos como pueden ser azul violeta, verde claro, azul verde, agua, turquesa, azul o miel. El cabello presenta tonalidades diferentes siempre cálidas; café dorado mediano, dorado, castaño rojizo claro, rubio dorado claro o mediano, rojo dorado, café claro, canas amarillas. La piel es clara y varía en los tonos marfil, café dorado claro, beige dorado claro y durazno.
En una persona “verano” predominan los colores claros, suaves y fríos; y su base es el color azul. No se broncean, adquieren tonos rojizos. Los ojos siempre presentan colores claros, transparentes y fríos; azul verdoso, gris verdoso, gris azulado, avellana suave, azul grisáceo, azul, gris. El cabello es claro y varía en las tonalidades rubio ceniza de mediano a extra claro, gris suave, canas plateadas. La piel es clara, puede ser en colores beige de mediana a muy clara, pálida, con tonos rosáceos o blanca.
Dentro de las personas “otoño” predominan los colores oscuros, cálidos y dorados; su base es el color amarillo-dorado y se broncean en esos matices. Presentan ojos siempre opacos en colores cálidos: azul verdoso, gris verdoso, café mediano u oscuro, avellana medio a dorado, café dorado, verde olivo de mediano a oscuro, verde. El cabello cálido presenta reflejos dorados en tonos café cálido, café mediano dorado, castaño oscuro dorado, castaño rojizo, rubio oscuro dorado, rojo fresa, rojo dorado oscuro, canas amarillas. La piel presenta tonalidades beige medio y dorado, marfil, olivácea dorada, bronceada.
En las personas “invierno” predominan los colores oscuros y fríos; su base es el azul. Al igual que las personas “verano”, no se broncean sino que adquieren colores rojizos. Los ojos pueden ser opacos o intensos, claros u oscuros, en colores café oscuro, azul oscuro, gris oscuro, azul violeta, verde brillante, azul intenso. El cabello se presenta en tonalidades oscuras; castaño ceniza, negro, café negro, café muy oscuro, canas plateadas. La piel puede ser clara u oscura y varía en los colores beige, morena, olivácea, blanca, blanca rosácea.
¿Ya se identificaron con alguna estación? ¿Tienen dudas? De ser así, hay que tener en cuenta que las características que más influyen dentro de cada estación son el cabello y la piel, ya que tienen más presencia que los ojos por su tamaño; así que si consideras tu piel y tu cabello de determinada forma, pero tus ojos no coinciden, ¡no te preocupes que vas por buen camino!
Si te identificaste como una persona “primavera” te paso a contar que los colores que más te favorecen a la hora de vestirte son: rojo vivo, turquesa, verde brillante, amarillo pastel, amarillo mediano, rosa pálido, café claro, champagne, melón, caramelo, caqui y durazno.
Si las características de una persona “verano” son las que van con vos, quiero decirte que los colores que te lucen mejor son: lila, morado, verde esmeralda, azul frío, fucsia, gris plata, blanco humo, hueso y ostión.
Para las personas “otoño”, los colores ideales para vestir son: dorado, oro viejo, cobre, verde musgo, azul profundo, mostaza fuerte, terracota, café, verde caqui, marrón tabaco, beige y tierra tostada.
Para una persona “invierno”, los colores más favorecedores vendrían a ser: magenta, azul eléctico, verde pino, violeta, rojo cereza, amarillo frío, dorado, plateado, fucsia, beige, gris oscuro, azul marino, blanco y negro.
¿Tenías una fiesta? ¿No sabías que ponerte? Bueno… ¡Por lo menos ahora sabés que colores usar!
Espero que les sea de gran ayuda e interés y estamos abiertas a todo tipo de comentarios, ¡no tengan miedo! ¡Pregunten!
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